Pero a medida que van creciendo, la poesía va desapareciendo de sus vidas.
Y es triste, porque la poesía estimula la creatividad y la sensibilidad. Nos ayuda con nuestras emociones y a ver el mundo desde otros puntos de vista. Nos ayuda a descubrir la belleza y la riqueza del lenguaje.
A veces, no hace ni falta entender el poema, sólo vivirlo, disfrutar su musicalidad.
Desde el Equipo de biblioteca queremos por eso reivindicar la lectura de poemas en la escuela y en la casa.
En el curso pasado adquirimos un buen lote de libros de poesía. Aquí y en la pestaña Torre de los poemas, vamos a ir publicando poemas de esos libros que provoquen el gusto por los versos y las rimas.
Hoy dejamos este poema de Carlos Reviejo, que nació en un pueblo de Ávila en 1942 (El Tiemblo). Pertenece a su libro "Lo que dice el viento" publicado en 2018 por la editorial Anaya.
Carlos Reviejo |
Lo hemos elegido entre otras cosas porque mañana es 14 de febrero, día de los enamorados. Esperamos que lo disfrutéis.
Ilustración: Teresa Novoa |
En la pizarra del cielo,
el humo escribe un mensaje,
carta de amor a una nube
que se dibuja en el aire.
Pero el viento es envidioso,
y se lo borra al instante.
El humo se pone triste,
y mancha de gris el valle.
Entre nieblas y suspiros,
va oscureciendo la tarde,
y la nube vierte lágrimas
mientras sigue su viaje.
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