Para inaugurar la biblioteca de Valverde necesitábamos una
actividad motivadora que involucrara a todo el alumnado; propusimos a los
mayores que se inventaran un modo divertido de hacerlo; aún recuerdan cuando
en otra ocasión Cratoncito dejó un rastro de libros que iba de la Biblioteca al
almacén, y allí nos lo encontramos, leyendo. Fue divertido.
Así, después de darle varias vueltas pensaron en dejar un mensaje escrito en la pizarra de la biblioteca, con las indicaciones precisas para dar con él. Esta vez, Cratoncito se iría unos días de vacaciones, se perdería y necesitaría la ayuda de los niños y niñas de Infantil para volver, con la única pista del código postal del lugar en donde estaba.
Las cuatro cifras del código 1236 se encontraban en sendas dependencias del centro, y cada una de ellas daba una pista para encontrar la siguiente.
Los niños y niñas estaban muy motivados y enseguida dieron con la última, la que nos indicaba el lugar exacto de Cratoncito y... allí estaba él, tan ricamente.
Al lado de nuestro protagonista había un libro elaborado por los niños y niñas de Primaria en el que habían escrito bellas frases relacionadas con la biblioteca y la lectura.
Como broche final el maestro Ángel nos contó una divertida fábula sobre un pollito desobediente con triple moraleja, pero esa ya es otra historia…
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